Nuestros hurones son animales muy curiosos, y no le tienen miedo a nada, por lo que tenemos que mantenerlos siempre vigilados.
En un principio dejaba a mi hurona que investigara a gusto, con la idea que, si puede entrar en un sitio, también puede salir. Pero descubrí que esto no siempre es así.
Tres meses después de que mi bicho se viniera a vivir conmigo, estando yo en el salón, escuché un ruido de chapoteo proveniente del baño. Extrañado acudí al baño sin saber a qué se debía ese chapoteo, y allí estaba ella, dentro del inodoro intentando salir, lo cual le resultaba imposible, puesto que estando mojadas las paredes son lisas y resbaladizas.
A partir de ese día la taza del váter siempre ha tenido la tapa cerrada, pero como animal curioso, siempre existen más sitios llenos de agua donde meterse.
Sí amigos, no sé muy bien cómo, consiguió meterse dentro del cubo de la fregona, que gracias a Dios, sólo tenía agua. Aunque otra vez tocó salir corriendo a rescatarla.
Pero si se caracterizan por ser curiosos, también se caracterizan por ser muy inteligentes. Una vez investigado el cubo ya no ha vuelto a tratar de ver lo que hay dentro.
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